SOLO LAS PALABRAS QUE MERECEN EXISTIR, SON LAS PALABRAS MEJORES QUE EL SILENCIO.

viernes, 26 de diciembre de 2014

FUI HASTA EL RÍO

Fui hasta el río a buscar tu nombre
cuatro o cinco muchachos chapoteaban
sobre las lagunitas que dejó el diluvio
un perro loco le ladraba a una hoja
que flotaba adentro de un charquito
después del chubasco un barco extranjero
se mecía en la corriente que bajaba
arrastrando camalotes desde el norte.

Fui hasta el río a buscar tu nombre
vi a las garzas de la isla muy juntitas
unas con otras resistiendo el temporal
ningún pájaro volaba esta mañana
ni la calandria ave mimus de tu nido
mucho menos los colibríes, ésos
a los que endulzabas su platito
con el azúcar rubia de tu mesa.

Fui hasta el río a buscar tu nombre
el agua bajaba por las escalinatas
de parque España y dos niñitos
con  camisetas rojas como la hoja
jugueteaban en los charcos cristalinos
un anciano sin abrigo señalaba 
la corriente gesticulando una frase
que nadie comprendió. ¡Loco, loco!
gritaban los purretes y reían como
mis golondrinas cuando llevan
gusanitos hasta el nido de sus pichones

había también una muchacha
que corría con su cabello empapado
me saludó –buen día- y continuó
hacia un lugar en dónde alguien la esperaba.

Fui hasta el río a buscar tu nombre
¿recordás que cuando éramos niñas
nos gustaba ir al río en estos días
a buscar los nombres de los muertos?

¡Ah! mi triste corazón ha comprendido
que  esta mañana encontré  el tuyo
en los ojos de los locos de la lluvia.


(a María Cristina) de "Cuerpo de Piedra"


Ana Danich 26 de Diciembre de 2014