Mientras yo aquí lloro de alegría y río de dolor,
los arces deben estar mostrando sus primeros cogollos primaverales frente a mi
ventana, diles por favor que sus hojas de otoño aún reposan entre mis libros
disecadas al calor de mi afecto.
Clemencia Gómez
Aquí, en mi tierra los árboles mudan el color de sus
follajes, el amarillo y el rojo se disputan su tonalidad final, serán ocres muy
pronto y luego caerán. Con el otoño llega la desnudez…yo también como vos,
lloro de alegría y río de dolor. Nunca guardé entre mis libros, hojas de otoños
pasados…
Ana Danich.
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