SOLO LAS PALABRAS QUE MERECEN EXISTIR, SON LAS PALABRAS MEJORES QUE EL SILENCIO.

sábado, 13 de octubre de 2012

MIXTURAS



Tarde que huele a pimientos recién cortados,
ajo descabezado aromando el entrecejo de mi frente,
verduras hirviendo en la oblicua luz de la cocina,
llama que me llama y agota mis instantes
 en el ir y venir de la pizca justa entre orégano y  laurel.
Especias diminutas  aderezan el transcurrir del tiempo
en que enmudecen las palomas y me miran
desde el recoveco de un paraguas de cemento.
Distraigo mi mirada que vuela al pasado
 mientras llueve en la tabla de madera
la gota amarga de la cebolla entre mis dedos.
 El filo de la tarde que huye entre las nubes
desgrana los sabores mezclados que bullen en la hornalla.
 Todo es quietud que languidece en el cielo de agosto,
 rememoro el  saxo  sonando en mi oído su suave melodía,
cadencia perceptible que retumba solitaria
la presencia de otros días sobre los poros de mi piel.
Son mis manos que huelen a mixturas del pasado  
preparadas en las ollas de las mujeres de mi casa. 
Percibo su presencia en la sangre tibia que se desliza
por la huellas ancestrales de mis dedos,
y los cuchillos reflejan sus miradas
sobre el horizonte plateado de los tiempos.



Ana Danich 2/08/2012

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