SOLO LAS PALABRAS QUE MERECEN EXISTIR, SON LAS PALABRAS MEJORES QUE EL SILENCIO.

martes, 16 de septiembre de 2014

NO ES UN JUEGO

Tengo como amiga una soledad tan caprichosa
esta tarde se sentó en el marco de la ventana
emperrada me mira y pregunta en que cajón
escondí los instantes inolvidables de mi vida
es tan obstinada la memoria de esta soledad
sus dedos hurgan en rincones insospechados
esos que formaron parte de mi otra vida
-nunca aprendiste a seleccionar tus amistades-
alguna vez dijo mi madre que de eso sabía mucho
-todas son muchachas demasiado atrevidas- / entonces
le reclamo mansamente sus subrepticias interrupciones
en los fragmentos que quedaron de mí / restos
retorciéndose en alguna lumbre y otras yerbas
no quiero agraviarla y que decida encender una fogata
todos saben que ya no estoy para esos trotes
no puedo hacer otra cosa más que hablarle con dulzura
temo ofenderla y que por ese motivo decida emigrar
a otro cuerpo que no comprenda mi lenguaje
o que vaya por ahí contando quien sabe que verdades
por eso la protejo contra el viento de la tarde
quizás de alguna que otra oleada de mareas
no sabría que hacer sin sus arrebatos de locura
se siente tan confiada que hasta me guiña un ojo
cuando me sumerjo en los extremos del sueño
ella se pega a mi oído / como si fuera una almohada
masculla los recuerdos masticándolos entre dientes
me interpela cuando le recrimino su insistencia
me hubiese encantado saber elegir mis amistades
pero comprendí que para eso es demasiado tarde.


Ana Danich (de: Cuerpo de Piedra)






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