SOLO LAS PALABRAS QUE MERECEN EXISTIR, SON LAS PALABRAS MEJORES QUE EL SILENCIO.

domingo, 30 de junio de 2013

"EL PARANÁ"

Nadie que no haya mojado su pie en este río comprende el profundo significado que tiene para nosotros. El ala temblorosa de la garza cuando levanta vuelo y quiebra el silencio del amanecer.  El costillar de la isla que emerge de sus aguas. La mañana destellando con su música sobre el verde de los Timbó,  Espinillos y  Sauces. El ronroneo de barcos ultramarinos esperando su entrada al puerto. El piar de los cardenales de rojas cabecitas picoteando el oro de la playa. El ulular del viento galopando salvaje en los días tormentosos cuando  una escucha que en su lecho se agita la historia de los huesitos que descansan pegados a su limo. Las gaviotas planeando al ras y el pez que asoma de las aguas sus tristes agallas sentenciadas. Las tardes de verano sentadas mi amiga y yo frente al Paraná, cuando el bullicio de nuestra pequeña ciudad cesaba y las olitas salpicaban nuestras manos, todo era silencio y descanso; el retumbe del remanso,  las vacas y caballos que vivían en la isla, las aves volando hacia sus nidos, la luna que asomaba tímidamente en el firmamento, el misterio de universo que abría su paso en el ocaso. Estamos en permanente diálogo con nuestro río, él nos ha visto madurar, escribir, soñar y vivir cada uno a su manera, el nos mira, nos cobija, nutre cada instante de nuestra vida y cuando llegue la hora será mi cuna, abrazando los cuerpos del olvido.


Ana Danich: (de: Contemplación)



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