Regreso a mi niñez, cuando jugaba con osos hormigueros en el patio de mi casa, robando naranjas de oro a las higueras, mientras llovían petirrojos desde el centro de la tierra y los gatos eran peces que chapoteaban entre geranios de algodón. Cuatro dragones bordados sobre mi vestidito de niña, que ahora mismo ha transmutado al rojo y me vuelvo iridiscente de pies a cabeza, mientras mi dragón (el único que tengo, aunque me gustaría tener otros) hace un giro con su alas, ríe y mueve su cola de escamas, hacía ese lugar en donde está escrito tu nombre con letras mar.
ana danich
No hay comentarios:
Publicar un comentario