Entenebrada
en la noche de nostalgias que me asolan
recé a la virgen por el tiempo que sentí perdido.
Y en la agonía voraz del desconcierto
que opaca las almas, susurré tu nombre…
que anda navegando en las mareas hambreadas de silencio
hasta las orillas del puerto donde me esperas
coronada de salitre, tu cabeza infinita.
ana danich
recé a la virgen por el tiempo que sentí perdido.
Y en la agonía voraz del desconcierto
que opaca las almas, susurré tu nombre…
que anda navegando en las mareas hambreadas de silencio
hasta las orillas del puerto donde me esperas
coronada de salitre, tu cabeza infinita.
ana danich
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