SOLO LAS PALABRAS QUE MERECEN EXISTIR, SON LAS PALABRAS MEJORES QUE EL SILENCIO.

jueves, 28 de julio de 2011

Pensar la muerte,
Ir hilvanando tramo a tramo
los años de necias soledades
y cuantiosos desaciertos,
cuándo la vida  tenazmente
se transformó en irrefrenable abismo
hundiéndose en las grietas
incógnitas del pensamiento.
Oler la muerte,
tu cuerpo rígido y putrefacto,
madre…, yaciendo en el hueco
de insondables recuerdos lacerados,
que encendieron rojizas hogueras
avivadas por el soplo del viento.
Palpar la muerte,
ver como la vida desafiante,
se retuerce ambivalente
entre adioses y retornos,
rostro que mira hacia el pasado,
manos que en vano se deshacen
buscando asirse al hilo conductor
del más allá y el tiempo que huye,
inexorable, decantando recuerdos.
Oír la muerte,
Sonidos  furiosos que descuartizan
huesos, en la trastienda oculta,
concebida en la morbosidad
del pensamiento humano.
Masacrados, torturados, mutilados,
quebranto de cuerpos malolientes,
picana final de los ausentes.
Percibir la muerte,
que viene galopando en la sombra,
sentir que avanza en cada instante
del reloj que cabalga sin piedad,
sin eufemismos,
hacia la boca ansiosa que la espera.
Esperarla sin sorpresa,
sin llantos, ni rencores
ni adioses, ni perdones.
Esperar que me abrace y me contenga
que moldee mi cuerpo a su albedrío,
que me derrita en gusanos arcillosos
en la cueva infernal de tierra macilenta,
estropajo final de los ensueños,
último grito que desvanece el tiempo,
ojos labrados de incontenible espanto,
ni adioses, ni llantos, ni lamentos.
Un interminable y pútrido abandono
a ras del suelo. Eso quiero.
amd

3 comentarios:

  1. Pasado, inútil querer rehacerlo, de él sólo queda un recuerdo cargado de añoranzas, tan inútil como fue a Proust escribir "En busca del tiempo perdido" en sus motivaciones más íntimas(salvo claro, el retrato de una época que no conocimos sino por las letras.
    La muerte, lo único cierto en el futuro que nos resta. Nos vamos acercando a ella como el zorro al Principito, con ganas de estar preparados para recibirla. La vida se encarga de ello. Citando a Cesare Pavese "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", escribí estas líneas

    Tanto te amé
    que cuando ella llegue,
    me mirará con amor
    y dirá mi nombre con dulzura,
    casi en un susurro.

    Cuando llegue nuestro final, sólo nos consolará el hecho de haber vivido.

    Coincidimos nuevamente en nuestros tópicos de interés, aunque quizás con diferente acento.

    ¿Está de más que diga que disfruto leerte?

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  2. Imposible retornar, la sola mención del pasado me pone los pelos de punta, solo retornaría a él para componer muchos de los errores que cometí, a veces pienso que si no fuera por ellos, no sería quién soy, sin embargo, ¡ cómo se ha cobrado la vida tantos desaciertos!. Y nombrar la muerte es posiblemente el conjuro que la exorciza, tal vez por comprender el poco tiempo que tenemos para remediar lo irremediable. En cambio tu postura frente a la muerte es distinta a la mía, (creo) leyendo tu poema veo que existe serenidad en tus palabras, estado de gracia que admiro y sin embargo presiento que nunca conseguiré.

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  3. La muerte es sin duda una pérdida, de nuestros seres queridos que nos antecedieron o pérdida de la posibilidad de seguir viviendo. Pero por experiencia y sentir, creo que sólo nos consuela el hecho de haber vivido plenamente. Y esto no significa que todo haya sido perfecto.

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