Clase
media alta soy
lo
dice mi vasta prosapia
si no
fíjese en el árbol
que
plantaron los Saravia.
Me
crié entre los zarzales
de
los campos entrerrianos
siempre
mirando pa´l llano
que
ambicionó mi progenie
calculando
la extensión
y que
a fuerza de palenque
fueron
sumando a los planos
que
mis tíos dibujaron.
Cocinado
en horno del juez
se fue
engrosando la herencia
y
ahora que lo recuerdo
pienso
en la mano del diablo
que
con total lucidez
no
teniendo miedo alguno
disparó
lazo seguro
sobre
el ganado vacuno
que
pastoreaba el vecino
sin
siquiera conocer
de
las cabezas el número.
Y fue
así que mis ancestros
se
adentraron a estas tierras
a
fusta y mano siniestra
dándole
al gaucho con todo
total
que la sangre impía
nada
tiene que perder
la
civilidad es propiedad
de los
dueños de la tierra
y no
de los que alimentan
la
noche de la ignorancia
el
negro es negro si quiere
y el
mestizo se revienta
sumido
en la parquedad
de
sus raíces funestas.
A
consecuencia de esto
los
negociados llovieron
tanto
es así que mi abuelo
sin
preguntar para qué
se
dedicó a desmontar
lo
que alguna vez fue riqueza
del
poblador de estas tierras
y
ahora solo le queda
un
indio que se lamenta
en la
aridez de la estepa
que
jueces y leguleyos
con
consabida cometa
supieron
adjudicar
de
acuerdo a su conveniencia.
Y el
tiempo así fue pasando
en
los campos mal habidos
algunos improductivos
y
otros tantos malvendidos
por
hijos, nietos y bisnietos
que
de tanto andar el mundo
fueron
quedando en la lona
y
después de tanta joda
tuvieron
que trabajar
no
sin antes expresar
¡ay
mi dios! ¿de que se trata?
si ni
siquiera sabemos
como
suena esta palabra
Mi
madre que portaba digna
estirpe
de señora bian
no
tuvo mejor idea
que
casarse por amor
y
concebir hijas pobres
mal
elección la que hizo
teniendo
doble apellido
creer
que con amor se come
o
figura en los salones
de la
clase media alta
donde
siempre se movió.
Y fue
así que con razón
maldijo
su decisión
de
caer en tentación
por
un hombre sin prosapia
que
no aportaba a las arcas
mas
que dos hijas hambrientas
que
exigían a toda hora
regresar
a tiempos ha
cuando
la vida en los campos
o en
la city de los ricos
era
pura algarabía
y
nada de seriedad.
Mi
hermana intentó la triste
y
consabida elección
de
casarse sin amor
con
uno de esos que andan
ostentando
mano enguantada
empresario
for export
se le
dice entre comillas
tanto
es así que negocia
con
señores que en la iglesia
traman
oscuras prebendas
con
los poderes de turno
y en
esa bolsa de gatos
se
cuecen los entripados
de
dádivas y regalías
mientras
el cura desvía
la
mirada pa´ otro lado.
Yo
tengo que confesar
que
no tuve mucha suerte
agraciada
nunca fui
y
entre tanto discurrir
no
tuve mejor opción
que
pegarme un escritor
cuya
meta es publicar.
Hasta
que un día le dije:
¡
decídase a trabajar ¡
y él
muy campante me dijo:
-yo
no soy proletariado
el
trabajo es para esclavos
no tengo jefe ni amo
ni
mandamás ni patrón
no se
atreva a discutir
mi
soberana elección
sepa
usted que también yo
clase
media alta soy-.
ana danich
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